Mis Amigos
Solo puedo escuchar sus voces al caminar, convenciendo a los vecinos, argumentando sus razones, dedicando parte importante de sus días a la liberación de conciencias casa por casa, puerta por puerta, vecino a vecino. Han entendido que la disputa no se fundamenta en el odio, que para salir adelante necesitamos unidad, no solo de los que pensamos igual, si no de los que piensan distinto. Por ello la violencia es solo una minúscula parte de la sociedad, ya que muchos asumen que por encima de todas las cosas somos hijos del mismo Dios y ciudadanos de este país, nuestro país, Venezuela. El sol deja la marca de la franela en sus brazos y cuello, el barro adorna sus zapatos, mientras los anticuerpos se ponen a toda marcha en lucha constante contra los virus y las inclemencias de un clima cambiante. Corren a mis alrededores tomando cada uno una casa, abarcando cuadras enteras, cansados del mismo menú: cachapas con chicharrón o combo de pollo. Son ellos, mis amigos. Los qu...