La Abuela Sonia
Cuando viajo por carretera a estados alejados del centro del país, la agenda se pone apretada y muchas veces pierdo la oportunidad de almorzar a la hora, estos días siento haber perdido algo de peso. Aún tengo la oportunidad de compensar si no almuerzo con una cena, incluso trato de desayunar en buena cantidad, por si por complicaciones, no se puede almorzar. Pero hoy dejare de ser yo, para convertirme en la señora Sonia. Ella es una habitante de una comunidad deprimida en el estado Carabobo, tiene 62 años, viuda, madre, abuela. En lo que va de año no ha comido ni una sola pieza de pollo, ni un trocito de carne. A pesar de estar jubilada, desde hace meses el sistema no la reconoce, por lo tanto solo sobrevive con lo poco que su hijo comparte con ella. Con una remesa limitada, Sonia toma una camioneta de pasajeros que atraviesa varías barriadas por una carretera destrozada, llena de barro y trochas. Ella va rezando para que los delincuentes que operan en la vía, no le quiten...