Honor a los jóvenes héroes del siglo XXI
Hace tres años salimos a las calles a conmemorar un hecho histórico que protagonizaron los jóvenes venezolanos al lado de José Félix Ribas. Rendíamos tributo recordando la lucha del pasado, asumiendo la lucha del presente, oponiéndonos a un sistema que ya en ese punto nos dirigía sin freno a la miseria y la humillación.
El 12 de febrero de 2014, sin duda no sólo representa un hito reciente del descontento en contra del régimen de Maduro, es la renovación del significado de juventud, de lo que estuvo dispuesta a asumir, por tanto cada 12 de febrero no sólo recordaremos aquella lucha patriota del siglo XIX, estamos obligados a enaltecer a los héroes del siglo XXI. Que sin ánimos de protagonismo asumieron con su propia vida los principios de libertad, democracia y soberanía, y ejerciendo sus responsabilidades ciudadanas fueron asesinados por los delincuentes comunistas que están atrincherados en Miraflores.
Estuve en la calles aquel 12 de febrero, desde mi estado Carabobo encabezaba las acciones de protesta contra el régimen de Maduro, exigíamos cesará en el cargo que fraudulentamente ocupa desde la partida de Chávez a finales de 2012. Aunque ese día, para nosotros en Valencia estuvo relativamente tranquilo, no tardamos en ver la magnitud al enterarnos en la tarde del asesinato de Bassil Da Costa en el centro de Caracas y luego el asesinato de nuestro compañero Robert Redman en horas de la noche en el municipio Chacao.
Sabíamos entonces que aquello que protagonizábamos con la acción, no era una mera acción simbólica, sino que definitivamente representaba una lucha por nuestra propia existencia, luchábamos por ser reconocidos como ciudadanos libres y eso nos podía costar la vida misma.
Hoy veo entre nosotros tanto desánimo y desorientación y recuerdo con pesar las palabras de Redman aquel 12 de febrero, el plasmaba en un tuit sus contribuciones de aquel día, estaba descontento y lo expresó protestando, recibió pedradas y continuó en la calle, por ratos estuvo ahogado en bombas lacrimógenas pero tuvo pulmón para continuar allí, presenció como funcionarios del SEBIN disparaban a mansalva y aún así regreso a aquella calle para intentar socorrer a Bassil que ya yacía muerto por impacto de bala en la cabeza.
Para Robert Redman, la apatía general, la represión e incluso la amenaza latente de perder la vida, no era suficiente para ser una excusa de rendirse, de no hacer nada. Él entendía que los grandes principios se defienden no con letras en papel, si no con acciones heroicas que se convierten en huellas imborrables en la memoria histórica. Robert, fue tiroteado en la calle Hélice de Chacao, allí su vida fue arrebatada por quienes no están dispuestos a dejarnos ser libres. Sin embargo Robert no murió como esclavo, partió de esta tierra luchando por ejercer su libertad hasta su último aliento y aunque consiguieron convertir su cuerpo vivo en un cadaver, jamás lograron doblegarlo para hacerlo obediente a lo injusto.
Robert y Bassil fueron solo el inicio de lo que fue un año intenso para muchos de nosotros, mientras había una parte de la sociedad que aún ni siquiera comprendía las razones de la entrega con la que luchábamos en la calle, quizás dirían que éramos profetas del desastre. Lo cierto es que al pasar unos pocos años, la tragedia que vivimos es la concreción de aquello que pretendíamos evitar.
Hoy nos corresponde luchar no para evitar que algo se concrete, si no para revertir el daño al que estamos sometidos. Debemos sacudirnos de encima todas las frustraciones y el desánimo, y asumir con pertenecía el rol que el país demanda de nosotros. La libertad no será conquistada con meros deseos, debemos alcanzarla luchando por ella, somos civiles y será bajo métodos civilizados que alcanzaremos nuestro propósito, pero ningún camino cuando se lucha contra una dictadura está libre de sacrificios. Luchemos por estar en la vanguardia y rindamos honor con acción decidida a aquellos héroes que perdieron la vida, luchando por otros que en ese momento no comprendían, que vida no es vida sin libertad.
A ustedes jóvenes de edad y jóvenes de espíritu, les deseo en este día ganado con batallas, que Dios ilumine con sabiduría sus mentes y de regocijo sus corazones para ver el futuro y luchar por él sin miedo y con la seguridad, de que cuando se lucha por el bien, el mal siempre las tendrá de perder.
Dios, Patria y Gloria.
Resistencia Hasta La Victoria.
Julio César Rivas
@JULIOCESARRIVAS
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