Claudicar
Y es que a estas alturas, después de dos décadas de estrategia fallida, de traicionar en constantes oportunidades el propósito de liberación, de divagar entre ser y no ser, de venderse por cuotas económicas o políticas, la única decisión aceptable si existiera algún tipo de decencia sería su paso al lado y dejar que el relevo construya un nuevo camino.
No pretendo en este artículo hacerles saber lo que ya sabemos, el régimen venezolano es una dictadura pura y cruda, y todas las acciones "institucionales" que pretende son un simple maquillaje para intentar aliviar la presión que algunos países de la comunidad internacional lideraron los últimos años.
En dos décadas de intentos, el establishment político y el régimen chavista, han llevado a cabo procesos de "diálogo" los acuerdos han sido siempre infructuosos, y esta vuelta en constantes círculos ha dejado una estela de muertes e inestabilidad.
Claudicar, a veces es necesario. Y creo, que para la dirigencia política actual es la hora de que lo hagan con honestidad. Si se van a rendir díganlo, pidan perdón al país por su ineptitud y háganse a un lado. Lo que no puede pretender la dictadura, el G4 , ni los países que apoyan la negociación de Mexico, es que lo que resulte de eso, se imponga como destino de una nación que no está representada.
Ni la dictadura nos representa, por el solo hecho de ser dictadura. Ni la "plataforma unitaria" por haber vencido el tiempo constitucional que se les otorgó para nuestra representación. Por tanto, de lo que allí resulte, sólo involucra a factores representativos de una ínfima minoría de nuestra sociedad, que hoy no solo habita en Venezuela, sino en distintas latitudes.
Este proceso de rendición en Mexico, otorga mínima capacidad de maniobra a los rendidos, la dictadura quizás como gesto ofrezca liberar a algunos rehenes, cosa que hace siempre y luego llena en sus haberes más vidas secuestradas y permita que algunos de sus "oponentes" más visibles tengan cierto margen en la farsa electoral prevista para noviembre.
Y aquí va un punto importante, ¿como se justifica, que un liderazgo que está claudicando, se sienta merecedor de representar a la sociedad en una nueva contienda en la que ya probó su total ineptitud? Incluso si las condiciones electorales fueran aptas o existieran, Venezuela merecería probar una opción distinta a la que hoy imponen.
Y es que pareciera que una generación de hombres y mujeres, creyeran que la divinidad recae en ellos y sin ellos la vida pública no pudiera existir. Al punto que muchos que los que piden "votos" en este nuevo circo de Maduro, dejaron en muchas ocasiones los puestos de representación otorgados en el pasado a la deriva y aparecen hoy reclamando una cuota más. ¿Como puedes representar a alguien que no conoces?
La sociedad venezolana ha cambiado, y a diferencia de los factores políticos, no se rinde. Una parte numerosa construye futuro en cientos de ciudades alrededor del mundo y otra parte muy grande, hace frente a la crisis para mantenerse a flote dentro de nuestro país inundado de dificultades. A ellos, los que siguen allí, no puedo decirles yo, cómo ejecutar la brazada correcta. Pero con seguridad les puedo aconsejar que hagan lo que hagan, se alejen de los de siempre.
El único objetivo de Maduro en Mexico, es ganar reconocimiento de sus "instituciones" impuestas y cesar estos años de no reconocimiento internacional a su poder. Lo ganará con la rendición del G4 y su participación en la farsa electoral, en medio de un escenario geopolítico donde los valores occidentales están siendo anulados.
Pero así como los Talibanes no dejarán de ser terroristas por que China o EEUU los reconozcan como gobierno, el régimen dictatorial de Maduro no dejará de ser criminal por esta rendición política en Mexico. Por tanto así, como los afganos resisten en el Valle de Panjshir, a Venezuela le toca resistir esta temporada oscura. Teniendo como certeza de que una batalla perdida, no implica toda la guerra.
Julio César Rivas
@JULIOCESARRIVAS
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