Tiranía Obligatoria
A finales de los años 40 se vivían restricciones severas, enfocadas en niños y adolescentes, la polio era una epidemia, y la imagen de niños en sillas de ruedas era recurrente como consecuencia de esa terrible enfermedad. Para los niños el anuncio de la vacuna fue un alivio.
La FDA en un afán de acelerar una solución, aprobó una vacuna de emergencia saltándose los estudios de largo plazo para sacar a los niños y adolescentes de las severas restricciones, y en 1955 aprobaron el uso de la vacuna. La alegría duro poco, las reacciones secundarias incluyeron parálisis y muerte, y por las consecuencias terribles se conoce como el incidente Cutter. A partir de eso, se fijaron lineamientos legales, para que una vacuna no se aprobara antes de pasar pruebas de estudio de entre 8 y 14 años.
Hoy la FDA, la CDC, la OMS, reviven esos tiempos, aprobando de emergencia una "vacuna" sin pasar por los controles necesarios para saber cual es su efectividad y sus posibles consecuencias, haciendo de la humanidad entera el objetivo de una prueba de la cual se desconoce el resultado. Es un hecho que al acudir a vacunarte, encuentras una nota de la farmacéutica, alertándote de que la inyección a la que estás apunto de ser sometido no ha sido probada, que los efectos van desde dolores en los brazos, piernas, cabezas, hasta infarto, falta de plaquetas y un morral síndrome: Gillian Barre. Que entre sus consecuencias cuenta parálisis facial, cerebral y la muerte.
Pero esa advertencia no es suficiente argumento para que los gobiernos que deberían protegerte, te permitan tomar una elección libre, de asumir riesgo por beneficio, cada vez más y de forma decepcionante, los entes gubernamentales, incluyendo a las "democracias" de occidente, incluyen mandatos para que la inyección del experimento contra el COVID 19 sea obligatorio, a expensas de tu puesto de trabajo, tu derecho a transportarte, a educarte e incluso a acceder al sistema de salud.
700 trabajadores de United Airlines fueron despedidos en EEUU, mientras Joe Biden en forma irónica decía que ahora el 99% de los trabajadores de la aerolínea están vacunados, millones de personas son forzadas a inyectarse, mientras trabajadores de salud revolucionan las calles en Francia, Canadá, Australia, Israel e Inglaterra, ellos que han visto los efectos, se oponen, en consecuencia el gobierno en lugar de estudiar la negativa, los despide y les cercena derecho a decidir por si mismos.
La tiranía es obligatoria, y quien se oponga o incluso solo ponga en duda en foros que deberían ser abierto, es puesto como objetivos de investigación o persecución. Biden ha exigido al FBI procesar a los padres que en las reuniones escolares pongan en duda estos mandatos, porque para él esto se trata de terrorismo doméstico. TERRORISMO, sí, asumir el derecho a dudar es un terror para los tiranos.
Mientras las políticas propias del comunismo, ganan terreno en occidente, los sobrevivientes del comunismo levantamos la voz, estamos a tiempo, los derechos civiles deben ser defendidos.
Julio Cesar Rivas
@JULIOCESARRIVAS
La FDA en un afán de acelerar una solución, aprobó una vacuna de emergencia saltándose los estudios de largo plazo para sacar a los niños y adolescentes de las severas restricciones, y en 1955 aprobaron el uso de la vacuna. La alegría duro poco, las reacciones secundarias incluyeron parálisis y muerte, y por las consecuencias terribles se conoce como el incidente Cutter. A partir de eso, se fijaron lineamientos legales, para que una vacuna no se aprobara antes de pasar pruebas de estudio de entre 8 y 14 años.
Hoy la FDA, la CDC, la OMS, reviven esos tiempos, aprobando de emergencia una "vacuna" sin pasar por los controles necesarios para saber cual es su efectividad y sus posibles consecuencias, haciendo de la humanidad entera el objetivo de una prueba de la cual se desconoce el resultado. Es un hecho que al acudir a vacunarte, encuentras una nota de la farmacéutica, alertándote de que la inyección a la que estás apunto de ser sometido no ha sido probada, que los efectos van desde dolores en los brazos, piernas, cabezas, hasta infarto, falta de plaquetas y un morral síndrome: Gillian Barre. Que entre sus consecuencias cuenta parálisis facial, cerebral y la muerte.
Pero esa advertencia no es suficiente argumento para que los gobiernos que deberían protegerte, te permitan tomar una elección libre, de asumir riesgo por beneficio, cada vez más y de forma decepcionante, los entes gubernamentales, incluyendo a las "democracias" de occidente, incluyen mandatos para que la inyección del experimento contra el COVID 19 sea obligatorio, a expensas de tu puesto de trabajo, tu derecho a transportarte, a educarte e incluso a acceder al sistema de salud.
700 trabajadores de United Airlines fueron despedidos en EEUU, mientras Joe Biden en forma irónica decía que ahora el 99% de los trabajadores de la aerolínea están vacunados, millones de personas son forzadas a inyectarse, mientras trabajadores de salud revolucionan las calles en Francia, Canadá, Australia, Israel e Inglaterra, ellos que han visto los efectos, se oponen, en consecuencia el gobierno en lugar de estudiar la negativa, los despide y les cercena derecho a decidir por si mismos.
La tiranía es obligatoria, y quien se oponga o incluso solo ponga en duda en foros que deberían ser abierto, es puesto como objetivos de investigación o persecución. Biden ha exigido al FBI procesar a los padres que en las reuniones escolares pongan en duda estos mandatos, porque para él esto se trata de terrorismo doméstico. TERRORISMO, sí, asumir el derecho a dudar es un terror para los tiranos.
Mientras las políticas propias del comunismo, ganan terreno en occidente, los sobrevivientes del comunismo levantamos la voz, estamos a tiempo, los derechos civiles deben ser defendidos.
Julio Cesar Rivas
@JULIOCESARRIVAS
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