Entremos en Sintonía

(Opinión)

 Hace poco participe en unas de las caminatas convocadas por la unidad para promover el Referéndum Revocatorio, abarcamos con las banderas de todos los partidos políticos incluidos, un poco más que el largo del frente de un local comercial en una importante avenida de Valencia, contrastaba esa disminuida convocatoria con la urgencia de cambio que la mayoría inmensa de este país reclama.

¿Qué pasa con nuestras manifestaciones? Debo admitir que, aunque soy político, miembro de un partido y represento a mis vecinos producto del esfuerzo militante y organizado del ejercicio político; a mí mismo se me hace tedioso encontrarme dentro de una comparsa de banderas partidistas, donde todos intentamos elevar nuestros símbolos, corear a nuestros líderes preferidos y enfocar nuestras selfies, tratando quizás escapar de la realidad que nos espera al abrir la nevera. Es como que si bailando una música pegajosa de mitin de campaña, nuestro estomago y el de nuestros hijos dejara de vibrar por hambre.

Al no sentirme cómodo decidí avanzar un poco más allá de la conglomeración y sentarme entre quienes visitaban la Plaza Bolívar, todos se quejaban, todos hablaban entre sí de la necesidad de revocar a Maduro, algunas madres con sus bolsas en las manos descansaban los pies luego de un día pesado en busca de alimento, las miradas perdidas, los cuerpos flacuchos, las caras largas. Y entre ellos surgía el sonido de parlantes, la música alegre, los militantes corriendo. 

Algo no estaba en sintonía, las personas no se sumaban, ni siquiera se esforzaban por voltear y aunque compartieran la opinión de revocar no sentían identificación con la actividad que se desarrollaba en sus alrededores. Quienes sí se sumaron a la caminata por el centro fueron los delincuentes, celulares eran usados para una foto de cerca con los líderes y fueron el objetivo de los dueños de lo ajeno que a más de uno precisaron y se lo arrebataron.

El Referéndum Revocatorio no es una campaña electoral tradicional, es una herramienta que tenemos el deber y la necesidad de activar, y es un intento que está minado de obstáculos y barreras que buscan evitarlo. Nuestro adversario no es un  partido político demócrata, es una cúpula de delincuentes que se aferran a poder violando la constitución, imponiendo reglas sucias y usando a sus tentáculos dentro del resto de los poderes. En definitiva activar el revocatorio nos costara mucho esfuerzo y el escenario no es de comparsas, ni tarimas, si no de lucha, organización y entrega.

A nuestros vecinos debemos convocar, es indispensable su participación, pero a nadie vamos a animar si no estamos en sintonía con sus padecimientos, no es difícil hacerlo, asumamos la crisis que se hace tangible en nuestros hogares y los de nuestra familia y sin duda entenderemos que no se trata de subir en nuestros hombros a tal o cual aspirante, si no de entrelazarnos por los brazos y caminar hacia el frente juntos para luchar con las herramientas que como civiles nos brinda la constitución. A los que militamos en organizaciones políticas, nos toca más que hacer notar los logos de nuestras franelas o banderas, es demostrar nuestra capacidad de organizar, de sumar y de hacernos acompañar. Para activar la convocatoria a Referendum con el 20% de voluntades del padrón electoral, se necesita más que nuestra presencia, se necesita que seas capaz de llevar a 10 o más, de que los tengas organizados, de que sepan que hacer. Tenemos que tener la capacidad de ir a manifestar nuestra intención de revocar en la montaña más alta, si es allí donde es que hay que hacerlo.

Lo que tenemos enfrente no es una elección común, es un deber existencial, nosotros, nuestras familias, nuestras generaciones futuras dependen de esto y aunque lo asumimos con la esperanza de recuperar la alegría, debemos dar la batalla de la conquista primero, de lo contrario las sonrisas serán fingidas entre nuestra gente afligida.

El gobernador de Miranda, quien nos visito en Carabobo, hizo un importante llamado a las cabezas de los partidos en nuestra región que andan en campaña adelantada. "No es el momento del protagonismo de nuestros apellidos, de nuestros nombres, de nuestras aspiraciones políticas personales, es el momento de priorizar en revocar a Nicolás, luego vendrá lo demás". Me sumo a ese llamado, Revoquemos el Hambre, recuperemos energía con estómagos llenos y luego vendrá el momento de que nuestros nombres sean sometidos a la consideración para ver si merecemos representar a nuestros vecinos.

Julio César Rivas

@JULIOCESARRIVAS

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